domingo, 21 de febrero de 2016

Aquí huele a memoria


Inspirar, oler y recordar.
Me maravilla esta secuencia de acciones.

Así, sin más, un simple aroma nos llega, lo percibimos y evocamos un recuerdo concreto y nítido de nuestra infancia, algún trauma no resuelto o aquella profesora del instituto. Nos trae recuerdos y emociones que almacenamos. Aristóteles decía que no hay entendimiento que no haya pasado por los sentidos y qué razón tenía…



A pesar de ser bastante ninguneado por sus iguales y subestimado por nosotros como portadores, el olfato es un perfecto compañero de vida y no sólo por su función para nuestra supervivencia (¿Acaso nos comeríamos algo que huele mal o permaneceríamos en una vivienda que huele a gas?) sino también por ser un eslabón perfecto para recordar.



La memoria nos agarra a la vida mostrándonos nuevos aprendizajes, recordándonos quienes somos y ayudándonos a seguir siendo. Sin ella, quedaríamos reducidos a un rotundo eco en el silencio. Desapareceríamos. Estaríamos… pero no seríamos. Y para ayudarla en sus quehaceres está el olfato, su buen aliado. 


Me resulta curioso que aunque de manera general todos contamos con ese estrecho vínculo de conexión, no todos estamos lo suficientemente despiertos para activarla, ni cada olor evoca el mismo recuerdo para todos. El olor puede ser común, pero el filtro de nuestra experiencia lo hace único en nuestra memoria. Sería deseable permitirnos la oportunidad de ser conscientes de dicha conexión que nos permite oler el mundo, vivirlo desde el olfato y experienciarlo mediante la memoria. Hacerlo despierta la curiosidad y capacidad de sorprendernos ante lo que nos rodea.



Hay olores para cada recuerdo y con la carga emocional suficiente, cada recuerdo puede guardar un olor. Todos nosotros, podríamos formar nuestra propia gama de olores de nuestra vida. Prueba por un momento a pensar tu vida a golpe de olfato…:



Me gusta el olor a pintura fresca, a pan, a canela, a café recién hecho, el olor a galletas, a libro, a hierbabuena y a churros. El olor a mandarina me recuerda a mi madre, la paella a mi padre, la tierra mojada a desamor, el mar a adolescencia, el cola-cao a mi abuela, el incienso a mi pueblo, los libros a un amigo y el hospital a una amiga. 


Prueba a sorprenderte comprobando cómo un recuerdo es capaz de convertir un olor, en otro bien diferente cuando al tiempo nos lo volvemos a encontrar:

Cuando era pequeña no soportaba el olor a gasolina cuando iba con mi familia al pueblo y parábamos a repostar el coche, ahora siendo adulta, al volver a olerlo me gusta porque me recuerda a mi infancia. 



Existe un trastorno de la percepción llamado sinestesia que dobla o triplica la percepción, de manera que en lugar de restar… ¡suma!: Con ella, se puede experimentar sensaciones con un determinado sentido cuando se estimula otro. Ver un “amarillo chillón” no sería una mera expresión coloquial, sería literal (y sin drogas de por medio). Oler los colores, tocar la tristeza, ver la música… Algo parecido es lo que el resto de personas sentimos cuando vemos el anuncio de la fabada asturiana y si es una comida que nos encanta, “casi” llegamos a saborearla cuando vemos su imagen. Sin llegar al nivel de la sinestesia, nuestra percepción juega a imaginar y a traernos a la memoria nuestros recuerdos o a generar otros nuevos en base a los olores.



¿Y si tuviésemos que pensar cómo recordaremos dentro de unos años justo esta etapa de nuestra vida, justo esta que estamos viviendo? ¿Qué olor creéis que será el que la traiga en un segundo a nuestra memoria?

En mi caso, lo dejo en manos de la sorpresa, me encantará descubrirlo, aunque la intuición me dice que el olor puede que sea parecido al de juguete nuevo: ese olor tan particular que está cargado de fantasía, inocencia e ilusión ante lo desconocido que comienza.



Atentamente, Alicia.








7 comentarios:

  1. Como siempre cuanta razón tienes, Alicia, como nos pasan tantas cosas desapercibidas, siempre me he preguntado porque ciertos olores incluso de lo más extraños me provocan sensaciones tan dispares, y ahí la respuesta. Sería normal el que un suave perfume me provoque agradables sensaciones, claro, es el que una persona muy especial utiliza, eso es normal, pero si te digo que un campo recién abonado también me trae buenos recuerdos? Si!!
    De pequeño en frente de mi casa había una baqueria..... Gracias por hacerme entender con tus pensamientos esas cosas que tan evidentes pero que necesitamos que nos hagan ver por ser tan evidentes.
    Gracias una vez más Alicia

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    1. Hola Joan!

      Sí que es curioso observar desde nuestros sentidos... Ser conscientes de esa fuente de conocimiento nos llena de un montón de experiencias.

      Que el olor de un campo recién abonado te guste, es un buen reflejo de cómo nuestro olfato está vinculado a la memoria de manera tan , tan íntima y personal como es este caso que comentas.

      Un abrazo!

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  2. Es como dices, cuantas veces el olfato nos evoca situaciones, sentimientos, emociones, personas... Al leerte me han venido tantos olores a la memoria! Algunos estaban en el olvido, muchos me traen recuerdos agradables y otros no tanto. Aún así todos forman parte de mi pasado y del aprendizaje necesario para entender porque soy como soy.
    Es sorprendente como funciona la memoria asociando aromas. El olor a gasoil me recuerda los viajes en camión que hacia con mi padre, el olor a prímulas a la casa donde vivía de pequeño y el olor a huevo frito al servicio militar y otros muchos. Que curiosas asociaciones algunas de ellas y que recuerdos!! Me han conmovido y hecho muy feliz volver a traer a mi algunos de ellos...Alicia, de verdad no sabes cuanto te lo agradezco!!
    Has logrado que asimile que algo tan sencillo, en lo que no repararía normalmente, le da un toque de ilusion y chispa a la vida.
    Me ha encantado, no puedo decir mas. Gracias Alicia

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    1. Hola Juande!

      Me alegra que hayas rescatado del olvido emociones vinculadas a hechos o personas que guardabas.

      Nuestra memoria necesita bien poco para asociar y los sentidos son un buen recurso para hacerlo. Con algo tan simple como un aroma, es curioso cómo se activa nuestra mente y busca hasta encontrar lo que quería...

      Un abrazo!

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  3. Ohhh me ha encantado leerte !!! Qué razón que llevas con los olores !!!! Cómo quedan en las pituitarias de por vida
    Felicidades por tu entrada! !! Besitos

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    1. Hola Nadi!

      Soy bastante "olfativa" a todos los niveles, ya sea hablando a nivel sensorial como intuitivo (a veces "huelo" lo que va a pasar, jejeje), me encanta asociar olores a recuerdos y sin duda aún siendo uno de los sentidos que menos valoramos, es fundamental en nuestro día a día.

      Me alegra que te haya gustado, Nadi!

      Un abrazo!

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  4. Ohhh me ha encantado leerte !!! Qué razón que llevas con los olores !!!! Cómo quedan en las pituitarias de por vida
    Felicidades por tu entrada! !! Besitos

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